domingo, 26 de febrero de 2012

El escudo antimisiles de Rota

(Cristóbal Orellana, miembro de Ecologistas en Acción de Andalucía y de la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía, R.A.N.A.; publicado en: Revista El Ecologista nº 71, nov. 2011)

El llamado escudo antimisiles es en realidad un ofensivo y sofisticado sistema de lanzaderas de misiles a lo largo y ancho del Mediterráneo y Europa central, que supondrá, entre otras cosas, que cuatro destructores estadounidenses tengan base permanente en Rota. Y todo ello, aprobado sin el más mínimo debate parlamentario, en un atropello a la democracia sin precedentes.
Imitando el necrológico abrazo Bush-Blair-Aznar de las Azores en 2003, a punto de salir a tomatazos del Gobierno y no satisfecho con haber hurtado a la ciudadanía el derecho a votar un referéndum para modificar o no la Constitución, de pronto, el 5 de octubre de 2011, el presidente del Estado español, Sr. Zapatero, escoltado por Leon Panetta, exdirector de la CIA y jefe del Pentágono, y por Fogg Rasmusen, manijero de la OTAN, anuncia en Bruselas durante una rueda de prensa que España queda integrada en el llamado eufemísticamente escudo antimisiles.
El presidente español quiso endulzar la noticia con una de sus inefables frases: “este escudo antimisiles no va dirigido contra nadie”. Esta envenenada guinda militarista de su legislatura refleja su trayectoria: de no inclinar la cabeza al paso de la bandera estadounidense [2] a arrodillarse ante Obama y conculcar una a una las condiciones del referéndum de la OTAN de marzo de 1986; de su teatral retirada de las tropas de Irak a la participación en Afganistán, Somalia y Libia; de la “alianza de civilizaciones” al rearme del escudo antimisiles.
A las órdenes de EE UU
EE UU y la OTAN han ninguneado a España una vez tras otra. El convenio hispano-norteamericano, firmado en septiembre de 1953, hizo posible la instalación de las bases de Rota y Morón, además de un intrincado complejo de instalaciones militares, oleoducto y armas nucleares incluidas, en nuestro territorio. A cambio de apoderarse del control del Estrecho de Gibraltar y continuar así la vía de las amenazas atómicas frente a la hoy extinta URSS, EE UU apuntalaría a Franco en el poder durante 20 años más a partir del mencionado pacto. Es decir, EE UU nos manipuló sin piedad en 1953, luego lo hizo en 1986 con el referéndum de la OTAN y ahora, otra vez, con la peligrosa instalación de un escudo antimisiles permanente en la base aeronaval de Rota [3]. En suma, EE UU ha dictado siempre al presidente español de turno lo que había que hacer.
Ya sabíamos por la cumbre de la OTAN en Lisboa (2010) lo que se avecinaba en materia de estrategia antimisiles de la OTAN. Y en la nueva Estrategia Española de Seguridad, aprobada por Consejo de Ministros en junio de 2011, el ex secretario general de la OTAN, Sr. Solana, ya escribió que: “la participación de España en el programa de Defensa Antimisiles de la OTAN constituye una adecuada medida”. Lo que no sabíamos era que cuatro destructores norteamericanos tendrían base permanente en Rota.
¿En qué consiste el escudo antimisiles?
Oficialmente, consiste en una versión reducida, pero quizás ampliable, de la peligrosa Guerra de las Galaxias de Reagan, Clinton y los Bush. Se trata de una compleja trama tecnológica de radares, satélites espías y detectores, centros de mando, inteligencia militar y comunicaciones, baterías terrestres o navales, etc. que tiene por objetivo repeler cualquier ataque de misiles procedentes de elementos terroristas o de Estados enemigos como puedan ser Corea del Norte o Irán.
Pero habría que hacerse varias preguntas frente a esta descripción más bien periodística del escudo antimisiles: ¿acaso puede lograr Irán, técnicamente hablando, llegar con sus misiles a Europa?, ¿no los interceptaría antes Israel?; ¿qué interés podrían tener estas latitudes para el Gobierno de Corea del Norte si jamás apuntarían por este lado del hemisferio para herir a EE UU, teniendo como tienen nutrida presencia militar norteamericana en Japón o Corea del Sur?; si todo el norte de África y Oriente Medio está controlado por EE UU y sus gobiernos títeres, ¿de dónde podría venir un misil enemigo? (la cosa ha cambiado, o puede hacerlo, con las primeras árabes); y ¿no será Rusia el enemigo que, en realidad, se pretende combatir y al que apuntan los misiles antimisiles?
Recordemos que el escudo estará, cuando funcione a pleno rendimiento, formado por los siguientes elementos: cuatro destructores norteamericanos de la clase Arleigh Burke equipados con el sistema Aegis y capaces de lanzar los misiles SM-3, operando por todo el Mediterráneo desde la base aeronaval de Rota; centros de mando, control, seguimiento y coordinación como los de Torrejón (Madrid) y Bétera (Valencia); interceptores en Rumania y baterías terrestres de SM-3 en Polonia; radares de alerta temprana en Turquía; red de satélites espías; buques holandeses de modernizada defensa antiaérea, etc. Pero a esto hay que añadir que la mencionada flota de cuatro destructores servirá, según ha declarado el Pentágono, para otras muchas funciones militares norteamericanas [4].
Obviamente, el escudo antimisiles va en detrimento de las capacidades militares rusas. A finales del pasado mayo en Deauville (Francia) Medvédev ya expresó directamente a Obama su oposición al entonces proyecto de escudo. El primer ministro ruso podría visitar España a primeros de diciembre; con toda seguridad, agradecerá la sumisa amistad del PP-PSOE con EE UU. Y en todo caso, las conversaciones para crear otro escudo antimisiles entre países como China, Irán o Rusia podrían estar ya en marcha. En definitiva, como consecuencias indeseables de este escudo también tendremos un previsible incremento de los gastos militares en el mundo y el debilitamiento del tímido acuerdo sobre desarme nuclear Obama-Medvédev, el Nuevo START, firmado en Praga en abril de 2010.
La secretista decisión de Zapatero de ofrecer Rota y Torrejón (“Centro de Operaciones Aéreas Combinadas”) para el escudo antimisiles roba al Parlamento español cualquier capacidad de debatir, y mucho menos de decidir, sobre la cuestión. Obviamente, es un asunto que afecta centralmente al convenio España-EE UU, razón por la cual requeriría, jurídicamente hablando, su modificación. Sin embargo, se ha hurtado esta posibilidad al Parlamento, con lo que el “Convenio entre el Reino de España y los Estados Unidos de América sobre cooperación para la Defensa de 1 de diciembre de 1988” ha quedado ya, absolutamente, en manos norteamericanas.
Y ello en el contexto de una impune vulneración de las tres condiciones de aquél referéndum: no integrar a España en la estructura militar de la OTAN; prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español; y reducción progresiva de la presencia militar de Estados Unidos en España. Recordemos que el convenio quedó prorrogado automáticamente el 12 de febrero de 2011, aunque con algunas matizaciones no relevantes en lo político ni geoestratégico [5].
El camelo del empleo
Andalucía tiene una media de paro del 27%, y Cádiz llega al 30%. La situación es desesperada. Por eso el Gobierno ha lanzado un cebo a los gaditanos: 50 millones de euros anuales en la zona y un millar de empleos. Pero el escepticismo aquí es grande porque es sabido que de los 600 trabajadores de la Base Aérea de Morón 119 fueron despedidos el pasado invierno. Y en los últimos años, se han producido en la Base de Rota 500 despidos.
Además, para toda la industria turística de la Bahía de Cádiz estas peligrosas instalaciones son una publicidad muy perjudicial; la población que rodea a la Base (700.000 habitantes) ya recela mucho del peligro de ataques y accidentes; el Ayuntamiento de Rota tiene un fuerte contencioso por el IBI de la Base, etc. La Base de Rota ya no crea trabajo, perjudica al turismo y al medio ambiente y representa una gravísima amenaza para la población de la Bahía, que aún no conoce plan alguno de emergencia en caso de ataque militar.
El movimiento por la paz ha respondido en toda España, y particularmente en Andalucía, con una oposición radical al escudo. Las convocatorias de la Plataforma Andaluza contra las Bases, en la que se encuentran Ecologistas en Acción y la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía (RANA), no se han hecho esperar, realizándose marchas contra las bases de Rota (6 noviembre), Morón (30 octubre) y Gibraltar (13 noviembre). Se trata de un proyecto social muy consolidado en la izquierda andaluza –ya van 26 ediciones de las marchas– con tres objetivos básicos: disolución de la OTAN, reconversión de las bases en instalaciones civiles y denuncia del convenio de Defensa entre España y EE UU. Este año, dado el descarado militarismo y la política antisocial del Gobierno el lema ha sido: “Recortes militares sí, recortes sociales no; ni OTAN, ni bases”.
Los poderosos, que apuestan sin tapujos por el rearme y las guerras, quieren colarnos una mortífera flota de guerra en el sur de España. Este es su miserable concepto de la seguridad, a saber, el deber de proteger (es decir, arrasar militarmente a otros países) y vivir armados hasta los dientes.
Notas
[1] Este artículo se ha beneficiado de las aportaciones de Jesús Lara, miembro de la Comisión de Paz y Solidaridad de Ecologistas en Acción de Andalucía.
[2] En el desfile militar del 12 de octubre de 2003.
[3] Su capacidad estratégica ha sido reforzada recientemente con más pistas aeroportuarias y más muelles de atraque.
[4] Relacionadas con Africom (área de acción militar norteamericana que cubre la mayor parte de África) y Cetcom (que cubre 22 países, desde la zona de Somalia hasta Pakistán).
[5] Prohibición de almacenar bombas de racimo en Rota y Morón, obligación estadounidense de participar en labores medioambientales en las bases (Palomares aparte) y no repostaje en vuelo de naves norteamericanas no autorizadas por el espacio aéreo español.

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Qué hacer cuando se ejerce sobre nosotros tanta violencia?.

Vivo en Jerez. Cada día veo el severo impacto de las políticas económicas del PSOE y del PP sobre los trabajadores y trabajadoras de esta ciudad, a lo que hay que añadir los preocupantes gestos policiales (en Caulina, en la puerta del Ayuntamiento, etc.) del nuevo Subdelegado del Gobierno en la provincia. El panorama es dantesco y sobrecogedor. Cádiz es la provincia con más paro en toda España. La desesperación y el dolor aumentan mientras, en una peligrosa huida hacia adelante, las autoridades tararean, como distraídas, viejos estribillos liberales de 1812. Hoy, lo confieso abiertamente, la emoción me embarga, pero no solo porque ahora estoy afectado directamente y este mes -agobiado por los impagos del Ayuntamiento- ya no he podido afrontar la manutención de mis tres hijos a la vez que me veo sometido a serias dificultades respecto al pago de la hipoteca del piso donde vivo, sino también porque la mayoría de mis conciudadanos están en estas mismas condiciones o aún muchísimo peor que yo, es decir, sufren desempleo de larga duración, desahucios, amenazas de despidos, ausencia de prestaciones sociales, sueldos miserables, impagos, índices de pobreza alarmantes… El gobierno de España, obedeciendo directrices económicas del FMI y de los grandes intereses financieros, no duda en quitarnos el pan de nuestra boca y de la de nuestros hijos al tiempo que entrega miles de millones de euros a la banca y nos dice, por increíble que parezca, que así saldremos de la crisis.
La emoción me embarga, ya lo he dicho, pero sorprenderme no me sorprende ni un milímetro lo que puede dar de sí el Capitalismo y sus oscuras argucias de siempre, ni me coge de improviso que la codicia y la insolidaridad profunda de unos cuantos nos esté llevando a situaciones sociales extraordinariamente negativas. Tampoco me sorprende que me digan, que nos digan a todos los millones de personas que en este país lo pasamos mal, que “estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades” o que -y a esto lo llamo yo puro cinismo- ahora toca “austeridad”. Como era de esperar, algunos aprovechan para tratar de arrinconar a los sindicalistas, o para criminalizar las contestaciones sociales, o para acusar de “antisistemas” a quienes decimos que aquí se están vulnerando gravísimamente los Derechos Humanos más elementales, etc. Por su parte, el gobierno local, paralizado, nos pide “mesura” y prepara quién sabe qué medidas.
Pero, ¿cómo me iba a sorprender de nada de todo esto si, con todo detalle, he visto lo que ocurría –con las duras consecuencias sociales que ahora pagamos–  respecto a la crucial quiebra del negocio del vino, espina dorsal de la economía de Jerez durante siglos?. Un tanto deslumbrados por los fuegos de artificio del boom inmobiliario, hemos vivido esta estratégica quiebra paso a paso, escena a escena, año tras año. La guinda definitiva: el cierre de la fábrica de botellas a fines de 2009. Históricamente, en Jerez sabemos bien, a través del mundo del vino, lo que es la globalización de los mercados y cómo, a pesar de la riqueza de algunos, el pueblo padece duras necesidades y angustias.
No, no me sorprende la violencia organizada que “los mercados” han planeado y ejercen sobre nosotros, ni tampoco que aquí en mi ciudad haya gente, me refiero a gente honesta y bienintencionada del PP y del PSOE, que, ofuscada con sus batallas electorales, no quiera abrir los ojos y reconocer que este sistema político y económico no solamente es un fracaso, sino un inmenso peligro (que incluye tres bases nucleares a nuestro alrededor) para nuestro futuro más cercano. Si no he interpretado mal su mensaje, creo que todo esto ya lo ha dicho claramente el movimiento 15M. A lo que añado: ¿no tendríamos que hablar también, sí, justo en este momento, de las responsabilidades de los gobernantes de la Unión Europea en el cambio climático, las guerras y el hambre en medio planeta?. Y aún dos preguntas más que vienen, a mi entender, muy muy al caso: ¿cómo se venden decenas de miles de millones de euros en armamento a Grecia si la gente apenas tiene para comer?, ¿cómo España debe 40.000 millones de euros -además del presupuesto militar anual- en concepto de armas y de participación en guerras…?. ¿Qué clase de sistema inhumano y enloquecido estamos manteniendo?.
Mi hijo mayor -él sí sorprendido- me preguntó hace unos días: pero papá ¿qué estáis haciendo para arreglar todo esto?. Luchar exigiendo justicia, Esteban, le dije, pero sin olvidar ni un segundo, ni siquiera un segundo, que nuestra manera de luchar, hijo, se refiere al cumplimiento de los Derechos Humanos, lo que incluye un respeto sagrado a la integridad de todas y cada una de las personas que componemos esta comunidad a la que llamamos Jerez. Le añadí algo más: ese respeto radical a la integridad de todas las personas es el único camino que puede conducirnos a una solución.